Las plantas expulsan dióxido de carbono por la noche, pero el resto del día aportan oxígeno fresco. Además, absorben gases contaminantes, mejoran y purifican el aire y consiguen que el ambiente tenga un poco más de humedad.
Te hacen sentir bien, transmiten bienestar, tranquilidad y alegría. Además, su cuidado es, en ocasiones, un reto muy estimulante.
Plantas como los bonsáis, que requieren unos cuidados muy específicos, ayudan a mejorar tu concentración, y cuando salen adelante te hacen sentir orgulloso como si los hubieses criado.
Los hogares son más equilibrados y tranquilos cuando tienen plantas porque éstas absorben el ruido y pueden reducirlo ligeramente.
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